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Barcelona cultura

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De 'Voronia' a 'Pasionaria'. Marcos Morau en 8 respuestas

Lun 23/07/2018 | 23:30 H

Por Andreu Gomila

Hace apenas tres años que La Veronal inauguró el festival Grec con 'Voronia', un descenso a los infiernos que se ha visto en medio mundo durante este período y que muchos vimos como el final de una etapa de la compañía barcelonesa liderada por Marcos Morau. Desde entonces, de 2015 hasta ahora, hemos visto poco a Morau y compañía por casa, con el coreógrafo metido en mil proyectos en todas partes, de Pekín a Copenhague. Hemos podido disfrutar de 'Kova. Geographic Tools '(SAT, 2016), de 'Bologna: Pasolini '(Fira Tàrrega, 2017) y de 'Equal Elevations' (Temporada Alta, 2016), pero de nada tan grande como 'Voronia'. De Grec a Grec, Morau vuelve a estrenar en Barcelona con 'Pasionaria', en lo que es un nuevo ciclo para la compañía, otra vuelta de tuerca a su lenguaje.

1. UN NUEVO LENGUAJE
"En el Grec 2015, llegamos en un momento en que habíamos refinado mucho el lenguaje. Sabíamos quienes éramos, donde estábamos. Han pasado tres años y me doy cuenta que lo que se generó entonces es un techo. No es que no haya nada más, sino que tenemos que tratar de llegar a otro lugar... Yo conozco un lenguaje y hago filigranas con este lenguaje. Aquello era 'Voronia'. Ahora estoy por encima de aquello y dejo que el movimiento me traspase. El bailarín no hace las cosas así o así, sino que está en medio del movimiento. Es una cuestión de madurez".

2. LAS EMOCIONES
"Las emociones son algo que siempre me han interesado mucho. Tanto que en 'Pasionaria' he intentado hablar de esta falta de emociones. Cuando llegas a un punto expresivo corporal... La danza es expresión y aunque yo esté siempre bloqueando la emoción de la bailarina, yo trabajo con el cuerpo a nivel formal y en la superficie me siento muy cómodo. La forma y el contenido deben relacionarse mucho. Yo intento bloquear la emoción. No es que mis espectáculos sean emocionales, sino al contrario. La emoción sale hacia fuera, hacia el espectador. Posiblemente, si hablas con los bailarines, ellos no piensan en ninguna emoción, no son portadores de nada. Hay bailarines a quienes les interesa mucho. Evidentemente, no son máquinas. Cuando llegan al ensayo, llevan muchas cosas dentro. Y, cuando salen a escena ante 500 personas, también. Yo nunca les he dicho quienes son. Les he explicado muchas cosas. Pero no trabajamos la emoción".

3. LAS NO HISTORIAS
“He intentado no contar ninguna historia. Cuando se levanta el telón, el espectador intenta subirse al tren de la montaña rusa y bajar. Cuesta mucho hacer una no historia. Enseguida es: ¿y dónde está la lógica? ¿Y dónde está la trama? ¿Dónde está la dramaturgia? Por favor, desordénate un poco. La dramaturgia, a veces, está para que no haya dramaturgia”.

4. EL INTÉRPRETE NO ESTÁ POR ENCIMA DEL ESPECTADOR
"Es una lucha que tenemos unos cuantos directores. El bailarín es el portador del mensaje, quedebe llegar al espectador. En 'Pasionaria' está presente porque está ausente. Es como la luz en Caravaggio, que está porque no está. Aquí pasa lo mismo. Jugamos con la carcasa de la emoción, con la expresividad, pero todo es mentira. Es una alegoría del futuro. O no, porque ya somos así".

5. NUEVOS BAILARINES
"Es necesario que entre gente nueva. Yo lo necesito siempre. Si no, se genera una especie de familia que, por un lado me gusta y, por la otra, no. Me gusta que entre gente de quien podamos aprender cosas... Las bailarinas que han entrado ahora son gente que tuvo que exiliarse y con quien he trabajado cuando otras compañías me han invitado a trabajar con ellas. Ángela Boix estaba en Gales, Núria Navarra estaba en Noruega... Yo las voy llevando a casa. No como el Arca de Noé. Es gente que quiere volver a casa".

6. NUEVO COREÓGRAFO
"No entiendo así la compañía. No es un colectivo donde van entrando creadores. No es una compañía nacional ni de repertorio. Es una compañía de autor".

7. EL FUTURO DE MARCOS MORAU
"Europa va a una velocidad y yo no puedo ir a esa velocidad. Ahora estoy feliz porque decido que quiero hacer. No puedo hacerlo todo. Desde la modestia, necesito saber qué quiero hacer... La ópera es lo que está llamando a mi puerta. Ahora hago 'Carmen' en Copenhague. Después haré 'Orfeo y Erudície' en Lucerna. Ya empiezan a venir cosas. Tengo un proyecto en el Real de Madrid. Me tengo que probar. También me apetece no hacer nada. Siempre viajo para trabajar, a Zurich, a Seúl...”.

8. LA VERONAL EN LA ÓPERA
"Lo tenemos que hacer poco a poco. No nos veo en el Liceu todavía . Y mira que he trabajado en teatros grandes de Europa".

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