¿Por qué existen los años bisiestos?

El año bisiesto o intercalar es el que tiene un día más. Es una anomalía del calendario, que se explica por el hecho de que la Tierra no tarda 365 días en dar la vuelta al Sol. Exactamente, tarda 365 días, 5 horas, 48 minutos y 46 segundos. Estas cinco horas y pico se redondean a 6, se acumulan y cada cuatro años se suman al calendario, de modo que forman un nuevo día (24 horas).

Los egipcios ya tenían un año bisiesto de cada cuatro. Con la llegada de Julio César a Egipto, los romanos adoptaron la idea del año bisiesto y crearon un nuevo calendario que se llamó calendario juliano. Esta nueva fórmula tampoco era perfecta, y conllevaba que hubiera que quitar un día del calendario cada 128 años.

Fue el papa Gregorio XIII quién afinó el calendario juliano: en el actual calendario gregoriano, cada cuatro años tenemos un día más, a excepción de los años múltiplos de 100. Pero, para acabar de cuadrar las cifras, sí que tienen un día más los años múltiplos de 400. Por lo tanto, el año 1900 (múltiplo de 100) no tuvo un día más, pero el año 2000 (múltiplo de 400) y el 2020, sí.

Normalmente se cree que el día añadido al calendario es el 29 de febrero, pero eso no es exactamente cierto. Primero, el día que se añadió fue el 24 de febrero. Por eso el año se llama bisiesto, porque añade el bix sextus dies ante calendas martii (‘repetición del sexto día antes del primero de marzo’). Fue con la reforma gregoriana con la que se cambió el día añadido, que pasó a ser el último día del mes (el 29 de febrero).

A raíz de eso, las personas que celebran su santo entre el 24 y el 29 de febrero tienen un pequeño cambio dependiendo del calendario que se consulte. Hay calendarios según los cuales en los años bisiestos el día añadido es el 24 de febrero y, por lo tanto, ese día no se celebra ningún santo. Es decir, en estos calendarios, quienes en los años 2017, 2018 y 2019 celebraron su santo el día 24, este año lo tienen marcado el día 25. Pero también hay calendarios que el día que añaden es el 29. Entonces, como el resto del año, solo ponen a los santos que murieron este día, como San Hilario o San Román.

Un ejemplo: el Calendari dels Pagesos del 2020 indicaba que el 24 de febrero era san Modesto, san Edilberto y santa Primitiva, mientras que el Calendari de l’Ermità no tenía santos el día 24 y estos tres santos los añadía al día 25. Según este calendario, los santos que habitualmente se celebran del 24 al 28 de febrero ese año caían entre el 25 y el 29 de febrero. Una singularidad que solo sucede cada cuatro años.