El Camp d’en Grassot, zona rural repleta de masías y azulejerías, era un barrio extremo del municipio de Gràcia, en la zona fronteriza con Barcelona, que con el tiempo sería el barrio de la Sagrada Família, en uno de los límites de L’Eixample. Hacia 1860, la empezaron a urbanizar sus propietarios, entre los cuales destacaba Jeroni Grassot. Los ejes principales de aquella urbanización todavía perviven sobre la trama Cerdà, como el pasaje de Alió o la calle de Grassot.

El edificio más destacado del barrio es la antigua fábrica de la Sedeta. Creada en 1899 y en funcionamiento hasta 1976, la Casa Pujol i Casacuberta era una de las numerosas fábricas que se instalaron en la zona buscando las aguas subterráneas de los torrentes. En 1978 la adquirió el Ayuntamiento y satisfizo, así, la reivindicación ciudadana de recuperarla para usos públicos. Hoy es la sede de un centro cívico y un instituto.

Más arriba del Camp d’en Grassot, entre las calles del Escorial, de las Camèlies, de Sardenya y de Pi i Margall, se encuentra el vecindario de Ca L’Alegre de Dalt. Se trata de una zona relativamente autónoma del núcleo de la Vila de Gràcia, y de urbanización diferente y más reciente. También se diferencia en la composición social e, incluso, en el aspecto comercial, con el impulso de un eje comercial propio conocido como Gràcia Nova. Estos motivos, junto con las relaciones que mantiene con la parte alta del Camp d’en Grassot (Can Romans), sobre todo a lo largo de los ejes de Pi i Margall y de Secretari Coloma, son la base de que se considere como barrio el conjunto del Camp d’en Grassot i Gràcia Nova.