Nakany Kanté parece una mujer tan intensa como lo son sus actuaciones. De hecho, sus canciones dicen lo que ella piensa, lo que ella cree... Reflejan quién ella es.

Y ¿quién es? Nakany es una mujer nacida en Guinea Conakry que ya hace unos años que vive en Cataluña. Vino con su marido, un catalán a quién conoció en su país y con quien se casó. Y, desde que llegó, ha trabajado intensamente para hacer aquello que había querido hacer toda su vida: cantar, convertirse en música... Y parece que lo ha conseguido: ya ha publicado dos discos: Saramaya y Naka, que fue galardonado como mejor disco nacional de world music por la revista Mondo Sonoro. Otra revista, Rockdelux, la distinguió entre los cinco mejores directos en los rankings del 2015.

"En África mi familia no me dejaba cantar. Y no quiero decir mi padre ni mi madre, que sí que me entendían; pero en África la familia está integrada por mucha gente, son muchos quienes piensan que te pueden decir qué tienes que hacer", explica Nakany que, precisamente, en sus canciones habla de la situación de la mujer en su continente; de las condiciones de vida de los niños, que muchas veces se ven obligados a vivir en la calle; o de quienes marchan de África hacia Occidente en busca de una vida mejor.

Estos son sus temas, estas las historias de que hablan sus canciones, que mezclan experiencias vividas en primera persona con otras de las que ha sido testigo; pero, ¿cómo son sus ritmos y sus melodías? "Cuando tengo que poner nombre a la música que hago, la denomino afropop malinké”. El malinké es un dialecto del mandinga (la lengua que se habla al oeste del continente africano) y es el que ella habitualmente utiliza para cantar. “Es decir, trabajo con los ritmos de mi tierra, pero tratados desde las sonoridades occidentales", explica la cantante, quien admite, que su segundo disco, Naka, el que presentará en el marco del Barcelona Districte Cultural, es mucho más personal del que lo fue el primero, Saramaya.

Desde que llegó a Cataluña, Nakany Kanté ha tenido la oportunidad de participar en algunos proyectos muy interesantes. Si ya lo fue trabajar para la Fundación contra la malaria que lidera el futbolista Leo Messi, todavía está más satisfecha de participar en el rodaje de un documental sobre la muerte del guineano Idrissa Diallo en el CIE de Zona franca en 2012. "Yo no entiendo de razas ni de colores. Ni todos los blancos son buenos, ni tampoco lo son todos los negros o todos los asiáticos. En todas partes hay de todo".