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"Me hace ilusión que me comparen con Sade y Sara Tavares"

06/02/2018
Música
Anita Zengeza presenta canciones en las que fusiona sonoridades de diferentes continentes

Nació en Botsuana y creció en Zimbabue. Y desde muy pequeña se adentró en el mundo de la música. Pero pese a que su pasión nació en África se desarrolló en Europa: primero en Italia, donde acudió a estudiar música clásica gracias a una beca, y, ahora, en Barcelona. Su música, sin renunciar a sus raíces, viaja por muchos continentes y estilos para crear composiciones muy personales, aunque muchos la compare con Sade y Sara Tavares. “Me hace mucha ilusión que me comparen con ellas”

-¿Cómo influyen en su música sus raíces africanas?

-Mis raíces son muy importantes, sobre todo en los ritmos y patrones de mis canciones. También porque crecí allí y eso moldeó mi personalidad y mis inspiraciones. Pero creo que mis otras influencias son igual de fuertes: la música brasileña, la latina, la moderna,el  jazz también me ha influido. Hay gente que espera música africana cuando vienen a mis conciertos, algo que suene más tradicional, y eso no es así. Se trata de una fusión entre distintas sonoridades.

- ¿Cómo es el sistema educativo en su país? ¿Le fue fácil estudiar música allí?

-Nací en Botsuana, pero crecí y estudié en Zimbabue. En mi ciudad, Harare, el sistema educativo era muy bueno. Por la mañana teníamos clases académicas y por la tarde había una amplia oferta de actividades extracurriculares: música, deporte, etc. Se anima a todo el mundo a estudiar un instrumento o a cantar en un coro. Así que por eso entré en el mundo de la música desde muy joven.

- ¿Por qué decidió continuar sus estudios en Europa, concretamente en Italia?

-Fui a Italia porque gané una beca y era una muy buena oportunidad para salir de Zimbabue y empezar a explorar el mundo. Decidí seguir estudiando en Barcelona porque era una ciudad que me encantó y quería vivir aquí y construir mi vida aquí. En ese momento no me podía imaginar en otro sitio.

- ¿Qué le lleva a dejar la música clásica y adentrarse en otro tipo de sonoridades?

- La música clásica te da una muy buena base, pero en algún momento puedes llegar a sentirte un poco limitada. Así me sentí yo, y cuando decidí que preferiría componer mis propias canciones en vez de tan solo interpretarlas, las canciones me salieron de esa forma. Era un estilo más personal que reflejaba mejor lo que había vivido hasta ese momento. 

-¿Cómo le ha ayudado el Taller Músics? ¿Y cómo le ha ayudado Barcelona a su evolución musical?
-Estuve dos años en Taller de Músics y después 3 años en Conservatorio Liceu. Las dos escuelas son muy buenas, con profesores increíbles. Pero la verdad es que tampoco me sentí muy realizada musicalmente. Te hacen seguir un camino bastante rígido, y creo que si lo que quieres es hacer música propia, lo más importante es lo que haces fuera de las escuelas. Investigando por tu cuenta, conociendo a músicos de diferentes estilos, acudiendo a jams, escuchando todo tipo de música, viajando etc. En ese sentido la ciudad de Barcelona me enseño cómo buscarme la vida, porque un título académico no vale para nada si una no es un poco espabilada y sabe qué quiere.

-Algunos críticos han dicho que hace música entre Sade y Sara Tavares. ¿Se siente identificada en esa comparación?
-¡Me encantan ambas! Por eso, cuando alguien me compara con ellas (y alguna vez lo ha hecho después de un concierto), me hace muchísima ilusión. Me siento identificada sí, tanto por el estilo de música que hacen como su manera de ser, su manera de cantar y componer etc. Son bellas personas y artistas que admiro un montón.

- ¿De qué quiere hablar en sus canciones?

- Suelen hablar de la tristeza y la lucha, del amor y desamor, pero siempre desde un punto de vista optimista y con esperanza. En general son temas que hablan de la vida cotidiana de la gente que vive en la diáspora.

 

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