¡Cuántas cosas se pueden decir con tan pocas palabras! ¡Y cuánta risa puede llegar a provocar un gesto, una mirada, una caída, un resbalón, un no saber, un dudar, un quizás, un no todavía...! Y si el poder de un payaso ya es grande, imaginad su inmensidad cuando encima del escenario no hay uno sino tres; tres que además de dominar el gesto son unos cracs de la música. Pues eso es el que pasa con los tres actores-músicos-cantantes-mimos que integran Espai Dual -Oriol Pla, Blai Juanet y Marc Sastre-, que no sólo lograron llenar el teatro del Centre Cívic Zona Nord como nunca se había visto en las anteriores ediciones del Barcelona Distrite Cultural, sino que hicieron estallar la platea en risas explosivas y recibieron una larga-larga-larga ovación del público puesto de pie que tuvieron que recomepnsar con un bis y otro y otro.

A estas alturas, cuando ya hace seis años que lo pasean por los escenarios recibiendo aplausos, cantar las alabanzas de BE GOD IS puede parecer innecesario; no lo es: porque aunque su aparente simplicidad pueda apuntar a que no es más que un mero divertimento, este espectáculo requiere una técnica impecable para dominar el cuerpo como lo dominan, una complicidad extraordinaria que solo se encuentra entre los mejores amigos para coordinar el gesto como lo coordinan y un sentido del ritmo innato (y no solo para conseguir que la música suene tan bien como suena) del que solo pueden presumir los clowns de raza que saben colocar el gesto oportuno en el momento adecuado, ni un segundo antes ni uno después. Y, todavía más difícil: que todas esas virtudes coincidan sobre el escenario.

Oriol, Blai y Marc son amigos desde pequeños y se intuye que han sido muchas las horas que han jugado a ser payasos y a cantar, tantas que han sido capaces de hacer tan irresistible su juego que el público no puede evitar querer entrar en él y jugar con ellos. Y disfrutar de él tanto como se nota que ellos están disfrutando. Y esto es un placer que es difícil describir con palabras, o sea que aprovechad que todavía nos tienen que ofrecer cinco representaciones más para descubrirlo.