Gnawind es un grupo formado hace dos años que quiere popularizar en nuestros escenarios la música gnaoua, la música que hacían los esclavos llegados al Norte de África procedentes de países como Guinea, Senegal, Sudán o Malí. Pese a que esta música inspiró a Carlos Santana o Jimmy Hendrix, aquí todavía no es demasiado conicida. Todavía, porque Gnawind está aquí para solucionarlo.

- ¿Cómo es la música gnaoua?
- La música gnaoua tiene sus orígenes en África Occidental (Guinea, Senegal, Sudán, Malí...), ha ido viajante y evolucionando a lo largo de más de 700 años hasta llegar a la costa de Essaouira, en el norte del Marruecos. Recoge una tradición, una historia y una necesidad de conexión espiritual con el todo. Se caracteriza por usar el trance hipnótico, creado por los instrumentos y canciones cíclicas, y también, por danzas y movimientos que ayudan a entrar en este estado meditativo.
- ¿Y de qué habla?
- Las canciones tienen que ver con colores que apuntan a cada una de las emociones, elementos o estados personales, por ejemplo, el rojo tiene que ver con la agresividad como fuerza de autoafirmación.
- A partir de la tradición, ¿queréis renovar la manera de interpretar la música gnaoua? Por qué?
- No se trata de renovar, puesto que hubo y hay otros músicos que empezaron a dar a conocer esta herencia tradicional, cada cual a su manera, mezclando lo gnaoua con jazz, rock, blues... , como po ejemplo Faroah Senders, Jimmy Hendrix, Carlos Santana... Nosotros lo que pretendemos es que el público de Barcelona conozca y disfrute el género desde nuestra perspectiva, mostrando una fusión más africana, la esencia de un estilo prácticamente desconocido en Occidente.
- ¿Cómo habéis cambiado la orquestación?
.- A los dos instrumentos fundamentales, guembri y qarqabu, hemos añadido la guitarra eléctrica, los teclados, la batería, percusiones y vientos.
- ¿Cómo se formó a banda?
- El proyecto está capitaneado por dos músicos de Marruecos: Walid Mountassir y Amine Lahmar con el guembri, el instrumento principal del gnaoua, y la batería respectivamente. Más adelante se incorporó Nora Morales (teclista) y Marc Clemente (guitarrista), atraídos por este género tan rico y tan próximo a la magia. Un año después, Gnawind hace las dos últimas incorporaciones con el percusionista Josafath Larios y el multiinstrumentista de viento Pierre Cabarat.
-¿Cuáles son vuestras inquietudes?
- Nuestras inquietudes tienen que ver con cuidar la esencia de esta música desde nuestra interpretación genuina y poderla compartir con el público con la calidez que se merece.
- Esta tradición musical africana no se ha hecho tan popular como otras, a ¿qué pensáis que es debido?
-En la actualidad, además de en Marruecos, Argelia y Túnez donde el gnaoua es tradición viva, también tiene mucha acogida en países occidentales como Inglaterra, Francia y Estados Unidos. La tradición gnaoua se origina como respuesta artística y espiritual al sufrimiento de la esclavitud, un grito de lucha contra la desigualdad social silenciado probablemente a lo largo de los tiempos. El hecho de estar vivo ya es un hito, y estar presente en Cataluña toda una suerte.
-¿Cómo recibe el público de Barcelona este tipo de música?
-Normalmente hay mucha implicación desde el goce,el bailar y el cantar. Se crea complicidad y diálogo. Nos llega mucha calidez del público y creemos que tenemos muy buen recibimiento. Salimos muy contentos y satisfechos de los conciertos. También se sorprenden del tipo de música y muestran curiosidad por el género y la instrumentación, agradecen que contextualizamos un poco el origen y la procedencia espiritual de los cánticos. Se crea un puente comunicativo que acaba dibujando un círculo.