Una historia familiar con canciones abre el ciclo Off de La Villarroel

Imaginaos que a alguien le llaman para decirle que su padre acaba de morir y que es capaz de olvidarlo inmediatamente hasta el punto de no acordarse ni de contarselo a su hermana que, además, comparte piso con él. Es lo que le pasa a Jacob, el protagonista de una historia que es, de hecho, la segunda pieza de una trilogía sobre familias iniciada por Llatzer Garcia con La terra oblidada.

Guillem Motos, Laura Aran y Marta López interpretan a Jacob, su hermana Ruth y Alba, la novia de un hermano ausente pero con mucho éxito que se lleva muy bien con su cuñado. Durante el largo día y medio que pasa desde la muerte del padre al momento en que le entierran, unos diálogos inteligentes y bien dosificados nos irán mostrando las características más destacadas de una familia que incluye a un abuelo con secretos, una madre resignada al papel de ama de casa y un padre difunto que parece que haya pasado de puntillas por la vida.

Un único escenario, el piso donde viven los personajes, es el lugar donde, a medida que avance la obra, veremos cuál es el tema central de La pols: las dificultades que tenemos para relacionarnos y, especialmente, para expresar unos sentimientos que a veces parece que nos empeñemos en ocultar a cualquier precio.

Pone la banda sonora al montaje teatral Ramon Rodríguez, que ha creado un conjunto de canciones que acompañan la acción y las evoluciones de los personajes con un folk rock suave. Todo ello contribuye a hacer de La pols un espectáculo teatral con valor añadido.

Podéis ver La pols en La Villarroel (Villarroel, 87) los martes y los miércoles, a las 22.30 h, del 4 al 24 de marzo. Entrada: 18 €