Ana Rujas analiza la fealdad en la Sala Atrium

¿Qué papel desempeña el físico en el mundo y cómo condiciona el nivel de felicidad? Son preguntas que intenta responder, o por lo menos que se plantea sarcásticamente, el monólogo La mujer más fea del mundo, subtitulado Una historia sobre el vacío, y que podréis ver en la Sala Atrium del 12 de diciembre hasta el día de Reyes. El texto lo han elaborado a cuatro manos Bàrbara Mestanza y Ana Rujas; la primera es también su directora y la dramaturga, y la segunda lo interpreta. Todo bajo el paraguas de la compañía La otra bestia, en el que es su primer montaje; ya adelantan que La mujer más fea del mundo forma parte de una trilogía en torno al vacío humano, y que la segunda pieza, Pocahontas o la verdadera historia de una traviesa, se estrenará el próximo febrero en la Beckett.

Rujas y Mestanza presentan sobre el escenario a una mujer desnuda, sola en un baño, quizás de Barcelona o de Madrid, una mujer, dicen en la sinopsis, joven, con una vida normal, y con un dolor punzante en el estómago, el dolor inherente del ser humano. No explican mucho más, de la obra, ya que, afirman, han intentado escribir la sinopsis 28 veces, y no acaban de encontrar las palabras para describir el monólogo. Sí que manifiestan que la obra investiga y habla sobre el cuerpo, pero también quiere ser un análisis profundo sobre la fealdad.

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