"Los días felices" vuelve a los escenarios bajo la dirección de Sergi Belbel
La famosa obra de Samuel Beckett que se adapta perfectamente a nuestra realidad aunque fue escrita en 1961 estará en el Teatre Lliure hasta el 22 de junio
Días felices es una de las obras más representativas y más representadas de Samuel Beckett, junto con Esperando a Godot y Fin de partida.
Beckett se acoge al teatro del absurdo salpicado de humor y verdad para hablar de la esperanza a que hay que aferrarse incluso cuando el deterioro físico y moral es evidente. Emma Vilarasau se pone bajo las órdenes de Sergi Belbel para ser Winnie, el personaje de Beckett que quizás expresa mejor la tenacidad vital ante la fragilidad y el paso del tiempo.
La pieza tiene dos personajes: la mujer, Winnie, que sobrevive con la ilusión de ser feliz, inmovilizada en un lugar yermo y hostil, semienterrada en un montículo y el marido, Willie, que ha perdido la capacidad de habla y de razón y que sólo se arrastra infundido en sus obsesiones. Divertida y trágica al mismo tiempo, la obra ofrece una visión absurda sobre la existencia, poniendo el acento en la condición humana y en los recursos que encontramos para adaptarnos a todo y luchar contra lo que es inevitable, incluso ante la muerte.
Ésta es una obra que tendría que representarse cada 5 o 6 años ya que se adapta siempre a las situaciones más actuales. Cada vez encontramos más "Winnies" y "Willies", personajes desposeídos, desarraigados, desahuciados, pero bien visibles en nuestras calles, en los parques, en las plazas, en los cajeros automáticos...
Por lo tanto se adapta perfectamente a nuestra realidad aunque fue escrita en 1961.
La traducción de la obra desde el francés la ha realizado el mismo Sergi Belbel. La escenografía la firma Max Glaenzel y el vestuario es de Nina Pawlowski. El Teatre Lliure produce este montaje de noventa minutos de duración aproximada.