Jay-Jay Johanson: el crooner que vino del norte, en Razzmatazz

Elegante, intimista y con una forma de cantar característica que le ha valido la etiqueta de crooner, Johanson se dio a conocer en 1996 con un disco, Whiskey, que bebía claramente del trip-hop, un estilo representado en aquel momento de manera especial por los Portishead. Orquestaciones de carácter cinematográfico, pero también ritmos que recordaban al jazz o la bossa-nova llenaban este trabajo, igual que los discos posteriores, unos Tatoo y Poison que acabaron de consolidar su prestigio musical.

Tras una breve incursión en el electro y el funk con Antenna, en 2002, ha seguido publicando trabajos en los cuales se ha mantenido fiel a su sonido original. El último, recopilaciones aparte, fue Cockroach, editado en 2013.

En este tiempo ha ido pasando repetidamente por Barcelona, donde ahora vuelve con un nuevo disco bajo el brazo. Es Opium, donde vuelve a vestir una voz que es pura caricia con ritmos sugerentes que a veces toman la forma de composiciones llenas de armonía como Drowsy / Too Young To Say Good Night, canciones de amor como por ejemplo Don’t Know Much About Loving o temas llenos de luz y optimismo (ideales para suavizar un mal día) como por ejemplo la delicada NDE.

Amor, soledad, la llegada de la madurez... Son algunos de los temas de las canciones de un músico que no añora la juventud sino que se entrega a emociones tranquilas y ya no espera encontrar respuestas a los enigmas de la vida sino que se conforma con plantear, con toda la modestia, las preguntas que todos nos hacemos en uno u otro momento de la existencia.

Un encuentro, pues, con la sabiduría musical (y vital) de un artista que ha sabido mantenerse fiel a sí mismo y que fascina tanto hoy como aquellos años 90 en qué dio sus primeros pasos en el mundo de la música.

Jay-Jay Johanson

Día: martes, 8 de diciembre, a las 20 h 

Espacio: Razzmatazz

Precio: 18 € (más gastos)

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