'El bon lladre', o el intento de escapar del destino
Josep Julien es el intérprete de este monólogo escrito por Conor McPherson
El bon lladre se estrenaba en 1994 en un teatro de Dublín pero con otro nombre, Luz de Jesús. Conor McPherson, entonces un completo desconocido, cuenta que la representación le costó una fortuna, entre otras cosas porque no fue nadie. Quién le iba a decir que, con el paso de los años, este texto se convertiría en uno de sus títulos más aclamados por crítica y público. En Barcelona se lo ha hecho suyo el actor Josep Julien, que además de interpretar los 70 minutos de monólogo también se ha encargado de la traducción al catalán, mientras que Xicu Masó la ha dirigido. La obra ya formó parte de la programación del Festival Grec de hace un par de años y luego hizo temporada en La Seca Espai Brossa y gira por teatros de Cataluña; la buena acogida hizo que llegara al Teatre Romea la pasada primavera, y que ahora vuelva allí: estará del 18 de noviembre al 11 de diciembre.
La obra tiene elementos de road movie, de monólogo interior y de thriller, y va tejiendo un relato sobre los conceptos, a menudo ambiguos, del bien y del mal. El espectador se encuentra cara a cara con la historia de un ladrón que trata de escapar de su destino, pero se le hace imposible. Con momentos de humor y también emocionantes, las desventuras del protagonista lo convierten en un antihéroe de libro, un personaje que no puede ni reposar en la orilla del río Shannon.