Jornadas sobre el diseño como fuente de conocimiento

Al diseño, normalmente, le otorgamos una calidad plenamente funcional. El diseño debe ser útil porque cuando está bien hecho consigue que los objetos sean más prácticos, más bonitos y más prácticos. Así que lo que le pedimos al diseño es, sobre todo, comodidad y armonía. Pero si está bien hecho, el diseño es también fuente de conocimiento, ya que es a través de la forma como más fácilmente podemos llegar al fondo de las cosas: comprendemos la naturaleza de ser de muchos objetos precisamente porque su exterior nos da pistas del interior, y sobre eso es lo que versará este año la segunda edición de las jornadas Diseño para Vivir, que organiza el Museo del Diseño, y que quiere centrarse en 2017 en los aspectos educativos de la materia.

Las jornadas están comisariadas por Oscar Guayabero, y a partir de un programa ambicioso repartido durante dos días, el 26 y 27 de octubre, se abordarán las principales cuestiones a partir de diferentes bloques, empezando por una presentación de proyectos educativos que tienen mucha relación con el diseño gráfico y de formas, y que se completará el primer día con una conferencia a cargo de la diseñadora holandesa Rosan Bosch, que hablará del diseño como herramienta para el cambio y el desarrollo, y también un taller sobre cómo innovar en las aulas. El segundo día, las principales actividades serán una mesa redonda sobre el papel que pueden tener los objetos y el espacio en la educación, y una conferencia a propósito de la interfaz y la materialidad en los procesos de aprendizaje. Educación y diseño, dos materias muy relacionadas.

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