Pau y Llibertat, los Gigantes de Gràcia, representan una pareja burguesa barcelonesa del siglo XIX. Él lleva una capa de terciopelo negro y tiene un sombrero de copa en la mano; ella lleva un vestido azul y tiene las manos ocupadas con un abanico y un ramillete de flores con tres lirios.

Los nombres, Pau y Llibertat, fueron escogidos por votación popular entre los niños y niñas de las escuelas del barrio. Pau, para homenajear al alcalde que consiguió la independencia de Gràcia en el año 1887, Pau Fatjó. Y Llibertat (libertad), por razones diversas: primero, porque la sede del primer Ayuntamiento estaba en la plaza de la Llibertat; segundo, porque es una calle que no ha variado nunca de nombre a pesar de los cambios políticos; y, finalmente, porque es un nombre muy ligado a la historia de los vecinos de Gràcia por las movilizaciones en favor de la libertad que han protagonizado.

Los Gigantes de Gràcia vieron la luz en 1982, construidos por la artista del barrio Àngels Jutglar. Eran unas figuras muy pesadas. Por eso, pocos años más tarde, Dolors Sans hizo unas réplicas más ligeras, aprovechando las patas de madera y los vestidos, y estas son las que se pueden ver todavía hoy. En el año 2008 se encargó una restauración a fondo en el taller Sarandaca de Granollers.

La Colla Gegantera de Gràcia nació en el año 1990 y, a partir de ese momento, se ha encargado de custodiar las figuras y de sacarlas a pasear y a bailar en las fechas señaladas. Hasta entonces, portadores de gigantes aficionados las habían sacado siempre que había sido necesario, pero no había ninguna entidad que fuera responsable de ellas.

Pau y Llibertat tienen baile propio: el Gambeto o baile de gala, aunque también participan en el Toc de Gràcia, que bailan todas las figuras de la colla en la fiesta mayor del barrio desde el 2002. Y en el año 2007 estrenaron uno nuevo para celebrar los veinticinco años de la villa: el baile del Festeig.

Los Gigantes de Gràcia se dejan ver cada año por la Virgen de agosto en el séquito de la fiesta mayor, de la que son protagonistas, pero además celebran su encuentro, de periodicidad bienal, dentro de la primera quincena de mayo de los años impares.