Mulassa de Barcelona

mulass

Ficha técnica

Descripció

Mulassa de Barcelona

Construida en 1988 por
Manel Casserras i Boix

  • Alçada

    2.30
    m.
  • Llargada

    2.50
    m.
  • Amplada

    0.88
    m.
  • Pes

    55.00
    kg.

La Mulassa de Barcelona es una figura que representa una mula engalanada y que siempre ha estado vinculada a la parroquia del Pi.

Tiene dos lados conocidos y diferenciados. Por una parte, es miembro del bestiario histórico y del Séquito Popular de Barcelona, motivo por el que participa en numerosos actos protocolarios, ocasiones en las que lleva un ramo de flores en la boca o una guirnalda floral en el cuello. Y, por otra parte, participa en correfocs y espectáculos similares, lanzando fuego desde cuatro puntos de la boca.

La historia de la Mulassa se remonta a 1601, durante las fiestas de canonización de san Raimundo de Peñafort. Existe una descripción de esta fecha del padre Ruballosa donde aparece documentada como una simple carcasa formada por un tonel con el cuerpo cubierto con una tela. En aquel momento, y parece que durante bastante más tiempo, la Mulassa tenía una apariencia muy parecida a la de las guites berguedanes. También sabemos que el gremio de pelaires, que tenía capilla en Santa Maria del Pi, ya se encargaba de custodiarla y de hacerla participar en todos los actos.

Durante el siglo XVII y gran parte del XVIII hay documentadas una serie de salidas de la bestia, como elemento participante en procesiones y celebraciones y también como bestia de fuego. Y poco a poco se fue convirtiendo en uno de los elementos más divertidos y alocados del bestiario, famoso por los espectáculos de fuego que protagonizaba.

La figura disfrutó de una gran popularidad durante sus primeros siglos de actividad, pero a partir del XVIII, con los Decretos de Nueva Planta, le fueron restringiendo privilegios y limitando ámbitos de actuación porque era de propiedad gremial. Con el paso del tiempo, fue perdiendo simbolismo y renombre, e incluso en 1771 prohibieron expresamente que lanzara cohetes. A partir de aquel momento la popularidad de la Mulassa empezó a debilitarse y desde 1812 ya no encontramos ninguna referencia más.

En el año 1988, dentro del proyecto de recuperación de la imaginería festiva de Ciutat Vella, la Associació d’Amics dels Gegants del Pi decidió diseñar una nueva Mulassa, como la que se había paseado siglos atrás por la ciudad. En este caso, sin embargo, se decidió reproducir la imagen realista de una mula. Se encargó la construcción al maestro imaginero Manel Casserras i Boix y ese mismo año se pudo estrenar en el correfoc de las Fiestas de Sant Roc de la plaza Nova.

Actualmente, la figura que encontramos en los pasacalles y en los actos protocolarios es una réplica del 2005 hecha por Manel Casserras i Solé, hijo del constructor original; la antigua, en cambio, se reserva para los espectáculos de fuego.

La Mulassa de Barcelona es una pieza que tiene baile propio: el baile de la Mulassa, con música de Eduard Casals i Ramis y coreografía de Xavier López. La danza empieza de manera suave, pero a medida que avanza cada vez se mueve más rápidamente y da más saltos y volteretas.

La réplica de la figura se puede visitar en la Casa de los Entremeses, donde está expuesta permanente con gran parte de la imaginería festiva de Ciutat Vella. La pieza original se guarda en la iglesia del Pi, como todos los entremeses antiguos de la parroquia.