“Fotógrafo profesional y ser humano vocacional, de formación autodidacta”, así se define Joan Guerrero, después de medio siglo tras la cámara. Desde que llegó a Santa Coloma de Gramenet en los años sesenta hasta hoy, no ha dejado de documentar su ciudad a través de los migrantes que han ido llegando (españoles entonces, de todos los continentes ahora).
La selección de fotos que lleva el título Miradas humanas documenta cómo los migrantes y sus descendientes conviven en Santa Coloma de Gramenet y se reúnen en los márgenes del río Besós, metáfora de lo que a veces les depara su llegada, habitar los márgenes. Comprometido con las personas, Joan Guerrero defiende el poder de la fotografía como instrumento de cambio y reflexión, y muestra de ello es la asociación Gramenet Imatge Solidària, que ha presidido durante 10 años.
“Estas niñas de dos culturas distintas simbolizan la unión de dos visiones. Y también los valores de su ciudad: Santa Coloma de Gramenet es juventud, solidaridad y lucha”, comenta Joan Guerrero. Al fondo a la derecha, en el barrio de Singuerlín, se atisba la A de ácrata, una simbología que ha sido respetuosa y respetada, según el fotógrafo. © Joan Guerrero
Para Joan Guerrero esta fotografía podría ser “esa tenue luz que modestamente podría hacer cambiar las cosas”. Tras el juego de manos y miradas, la ternura, el cariño y la humanidad podrían ser la respuesta a tanto sufrimiento. “Querer y empatizar con los otros sería la mayor revolución para mí, que los hijos de los demás fueran también los nuestros.” © Joan Guerrero
Guerrero recuerda que el río Besós, donde fue tomada esta fotografía, llegó a ser considerado uno de los ríos más contaminados de Europa. Hace unos años era una cloaca y, en cambio, hoy en día se ha convertido en lugar de encuentro de muchas culturas. “Este padre que enseña a su hija a montar en bicicleta me recuerda a muchas familias a su llegada aquí mismo, en los años sesenta.” © Joan Guerrero
En el barrio de Fondo, en Santa Coloma de Gramenet, se ha asentado una comunidad china extensa. Guerrero destaca “el sentimiento, la alegría de vivir” en los juegos entre una mujer y un niño. Cree que, con la sonrisa, como la de esta mujer, podemos conectar con una cultura que no entendemos y sus gestos nos acercan. “Es una muestra de la alegría de la convivencia.” © Joan Guerrero
Un grupo de mujeres de la comunidad Sikh, que llevan a cabo un acto religioso, recuerda a Guerrero las vivencias del Rocío en los años sesenta por las mismas calles que entonces él también fotografió. Nos invita a reflexionar sobre el hecho de que dos culturas distintas, cada una con sus propios rituales, pueden tener más en común de lo que parece a simple vista. Al fondo, los depósitos de la antigua fábrica Damm en Santa Coloma de Gramenet. © Joan Guerrero
“Podría parecer Bombay, pero es el parque de Can Zam, que se está convirtiendo en el milagro que debió ser en los años sesenta. Entonces estaba por urbanizar, era un solar lleno de plástico. Y el árbol que vemos en medio de las dos mujeres indias, la naturaleza misma, las separa simbólicamente”, según interpreta Joan Guerrero. © Joan Guerrero
Mestizaje y convivencias se mezclan en esta foto. Guerrero constata con esta imagen que diferentes comunidades de mujeres apuestan por el apoyo mutuo en el casco antiguo de Barcelona. © Joan Guerrero
Lo que queda fuera del encuadre puede ser tan importante como lo que se muestra. Más allá de los dos niños jugando a fútbol, esa tarde de domingo en el Besós había jóvenes jugando a críquet, gente paseando y familias haciendo pícnic. Todos compartían un espacio de ocio. Y otra vez evoca las similitudes con su pasado y los migrantes en los sesenta, cuando las familias iban a hacer lo mismo a Les Planes en lugar de hacerlo en el río Besós. © Joan Guerrero
Muchas culturas se reúnen a lo largo del parque del Besós. Cada una busca un espacio donde sentirse a gusto para realizar actividades. Como esta banda de músicos latinoamericanos, que eligió situarse bajo uno de los puentes que cruzan el río Besós. “El sonido retumba bajo el puente y, a su vez, la cubierta es un escenario natural.” © Joan Guerrero
“Agridulce.” A veces, un solo adjetivo dice muchas cosas y también invita a la reflexión libre. Joan Guerrero no ha querido añadir nada más para describir esta foto, en la que vemos a un joven chino descansando en la puerta de un restaurante regentado por alguien de su comunidad.
“Esta niña corría de izquierda a derecha cuando hice la foto”, en la que se ve un cartel antiguo de los sesenta o los setenta, recuerda Joan Guerrero. Aquí confluyen los dos mundos que ha fotografiado durante medio siglo en el barrio de Fondo. “Un barrio que, si entonces se enriqueció con la llegada de distintas culturas de Galicia, Extremadura o Andalucía, en el siglo XXI todavía se ha enriquecido más con las culturas procedentes de todas partes del mundo.” © Joan Guerrero
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