"… Volver con la frente marchita

Las nieves del tiempo platearon mi sien

Sentir que es un soplo la vida

Que veinte años no es nada…"

Lo cantó Carlos Gardel y Isabel Vinardell e Isabelle Laudenbach despidieron con este tango -que con ellas tuvo regusto de bolero- su concierto en el Centre Cívic Besòs, el último de los que han ofrecido en esta tercera edición del circuito Barcelona Districte Cultural. Y haciendo caso a la letra del argentino, a la música de estas dos mujeres volveríamos con gusto una y otra vez y todavía otra más. Volveríamos tantas veces como nos fuera posible porque es la suya una música hecha de sentimientos y con sentimiento, una música que sale del corazón y llega al corazón. Y estas ganas de volver quedaron patentes durante el concierto: por parte del público, porque los pidió un bis (que fue doble); y por parte de las artistas, porque es más que evidente que la voz de una y la guitarra de la otra parecen estar hechas para compartir escenarios.

Voz y guitarra. No necesitan más para redondear unas canciones íntimas, delicadas, unas canciones repletas de emociones. Así son los temas que forman parte de su primer disco, A solas, un trabajo que -explicaron desde el escenario- es como un diario de ese tiempo compartido durante el que fueron grabando cada canción en un lugar diferente (una fábrica abandonada, un bosque, un depósito de agua...), todas lejos del estudio. En el Besòs interpretaron muchas de las piezas que conforman el disco y todavía añadieron algún que otro bolero que no está recogido. "Nos gustan muchos los boleros" admitieron. Y quedó claro que su público también los disfrutaba. Contigo aprendí, recibió una gran ovación y todavía más grande fue la que saludó Algo contigo, un tema de Chico Novarro que, entre otros muchos, han interpretado Los Panchos, Andrés Calamaro o Rosario Flores. Y después de tantas y tantas versiones, Isabel Vinardell e Isabelle Laudenbach lo supieron hacer suyo.