La pasión se paga con desafinación" dijo el músico apasionado mientras afinaba la guitarra. Una y otra vez. Después de cada canción y antes de empezar la siguiente. Porque Mazoni se dejó la voz y la guitarra en todas y cada una de las canciones que interpretó en el Centre Cívic La Sedeta ante cerca de 250 espectadores, un público también apasionado que también vivió con intensidad cada una de los temas. Tanta pasión había que el público acabó de pie y a muy cerca del del escenario, dando palmas, bailando y cantando, mientras Mazoni se peleaba apasionadamente con su guitarra.

Mazoni, O Jaume Pla -llamadle cómo queráis-, presentó en La Sedeta sus Cançons Robades, repasó alguno de los temas de su último trabajo, Carn, os i tot inclòs, que hace dos años que defiende solo con su guitarra de escenario en escenario, y recuperó sus greatest hitest, las "canciones de la secta" -como él las definió-, los temas que todos sus seguidores se saben de memoria y pueden cantar nota a nota, palabra a palabra.

Mazoni subió al escenario tan solo acompañado de su guitarra y de un papel, donde había anotado previamente qué canciones pensaba cantar, aunque tuvo que añadir alguna más, un tema de Jonhy Cash -Burning Ring of Fire- entre otros, para premiar tanta pasión. Y si acabó apasionado, así también había empezado el concierto, porque Mazoni tuvo un telonero elegido en un concurso, Raül Bonilla, que también defendió con vehemencia, ganas y ritmo las cuatro canciones que presentó.