Su vida podría inspirar la letra de una canción o el guion de una película. Nakany Kanté es originaria de Guinea Conakri, de un pequeño pueblo cerca de Mali. Allí vendía fruta por las calles para ganarse la vida, pero un día, su camino se cruzó con el de un catalán que le cambiaría la vida: se enamoraron y vinieron a vivir en Cataluña. Corría el año 2009. Desde que se estableció, Nakany se centró en el mundo de la música y la oportunidad le llegó cuando fue seleccionada para participar en el ciclo Diversons, que le permitió ofrecer una veintena de conciertos y probar la fuerza de su directo.

El éxito le permitió grabar un primer disco, Sarawaya. Y, después, un segundo, Naka, que es como a Nakany le gusta que la llamen. Y con los discos llegó la posibilidad de participar en la banda sonora de un documental, Sueños de héroe, producido por Messi y su fundación para la lucha contra la malaria. No ha sido esta su única incursión en el audiovisual: también ha participado en el documental Crónica de una muerte cualquiera, de los mismos autores que Ciudad muerta, sobre la defunción del guineano Idrissa Diallo en el CIE de la Zona Franca el año 2012.