"No te imaginas qué difícil es ser yo", dejó escrito en una carta. Una de las muchas cartas que escribió a su madre. Cartas en las que se confesaba. Cartas en las que se descubría. Cartas en las que no se tenía que esconder. Porque Janis, aquella niña tímida a quién muchos compañeros hacían la pascua en la escuela, aquella adolescente que parecía tener facilidad para meterse en problemas, aquella mujer que bebía sin pausa, vivía sin freno y cantaba cómo si no hubiera un mañana, tenía serias dificultades para ser ella. Quizás porque no sabía quién era: quería ser libre, quería ser diferente, pero también quería gustar a todo el mundo; y no fue capaz de encontrar la ecuación que lo hiciera posible en una vida demasiado corta y demasiado rápida: Janis Joplin, una de las grandes voces de blues y del rock, una de las mujeres de la contracultura que ha servido de modelo para otras muchas después, murió de una sobredosis de heroína el 4 de octubre de 1970. Tenía sólo 27 años. Y hacía poco más de cuatro años que había empezado a labrarse un papel en el mundo de la música.

Janis Joplin escribió cartas a su familia desde que dejó Port Arthur (Texas) y marchó a San Francisco, donde se convertiría en una de las caras más visibles y potentes del movimiento hippie de los años 60. Y estas cartas son el hilo conductor de Janis: Little girl blue, el documental que ha filmado Amy Berg, quien había sido nominada a Oscar por un trabajo anterior, Deliver us from Evil (2006), sobre el abuso de menores en la Iglesia católica.

Berg reúne en Janis: Little girl blue, que sigue un hilo cronológico y bebe de un importante trabajo de documentación de cerca de 7 años, testigos, entrevistas en la televisión, fotografías y actuaciones míticas como la de Woodstock: Joplin subió al escenario aproximadamente a las 2.00 de la madrugada del domingo 17 de agosto, después de diez horas esperando, diez horas de heroína y alcohol. Algunas semanas después, el 1 de octubre, grababa Mercedes Benz. Y 72 horas más tarde moría sola en un hotel de Hollywood.

FICHA
Directora: Amy Berg. Nacionalidad: EEUU. Año: 2015.

LA CRÍTICA HA ESCRITO

“Las cartas que Janis Joplin escribió a su familia (leídas por otra Niña Perdida, la Juana de Arco del pánico escénico Cat Power) articulan este relato sobre un meteoro de genio y energía incendiada que nunca dejó de ser esa niña rara, excluida y marginalizada por sus compañeros de escuela a los que nunca perdonó.” JORDI COSTA FOTOGRAMAS.ES

“Cuando la película se suelta, algo imprescindible en tiempos de contracultura, psicodelia y revolución, sobre todo con el montaje y las impactantes actuaciones musicales –Monterrey, Woodstock–, Janis se aleja del puro documento para acercarse a lo alucinógeno.” JAVIES OCAÑA ELPAIS.ES