Es una voz jonda, arraigada a la tradición; pero su manera de entender el flamenco busca en Aurora nuevas maneras de hacer y nuevas sonoridades que encuentra en el jazz. Sí, Pere Martínez mira hacia el pasado, pero lo hace con la intención de avanzar hacia el futuro.

La carrera de este joven de Sant Cugat, que se ha formado en el Taller de Músics, empezó no hace mucho, en 2013, durante el Año Espriu, cuando presentó su versión flamenca de La pell de brau durante  el concierto de clausura de los homenajes por el centenario del nacimiento del autor de Arenys. Un año después, Pere Martínez también participó en Las trincheras de 1714, concierto integrado en los actos del Tricentenari, donde puso voz a algunas composiciones con las que Enric Palomar quiso rendir homenaje a las clases sociales menos favorecidas. No ha sido esta la única colaboración entre Martínez y Palomar: el joven cantaor fue una de las voces protagonistas de Bodas de sangre, la partitura que Palomar escribió a partir de la obra de Federico García Lorca y que se pudo ver en el festival Ciutat Flamenco 2015.

Pere Martínez ya trabajó con los músicos de Aurora (el piano de Max Vilavecchia, el bajo de Javi Garrabella y la batería de Joan Carles Marí) en un espectáculo que se presentó en el festival Emergents de l’Auditori en 2016 y en el que interpretaron composiciones de Manuel de Falla. Ahora, en Aurora, las piezas de Falla conviven con otras de Pedrell y de García Lorca.