Veinte cosas que no sabías sobre la mona de Pascua

La mona de Pascua es una de las tradiciones más arraigadas de Semana Santa. Si bien muchos elementos relacionados con este ciclo religioso están de capa caída, la mona tiene una gran popularidad. Padrinos de todo el país no dejan de lado esta obligación: cada año se venden miles y algunos de los pasteleros más destacados le dedican sus creaciones más arriesgadas. De hecho, uno de los puntos más interesantes de la mona es que es un elemento vivo y en evolución constante, una señal inequívoca de la buena salud de la tradición. La oferta de monas en nuestro país es mucho más variada de lo que parece a primera vista, y va más allá de las modas más comerciales. ¿Quieres saber más cosas de esta costumbre de orígenes y significado inciertos?

  • La mona más tradicional es la de brioche, de forma redondeada y coronada con huevos duros.
  • Los pasteleros llaman a esta masa cristina o de rotlle.
  • Según explica Joan Amades en el Costumari català, la receta se conoce desde el siglo XV y no llevaba chocolate.
  • Este ingrediente se añadió en el siglo XVI con la llegada del cacao procedente de América.
  • Esta clase de monas no suelen encontrarse en las pastelerías, pero son las más fáciles de hacer en casa. Aquí tienes la receta.
  • Los huevos son el elemento primordial de la Pascua en muchos lugares de Europa porque forman parte de una simbología relacionada con la llegada de la primavera y con rituales de fertilidad.
  • Todas estas creencias parece que son anteriores al cristianismo y, como pasa muy a menudo en el mundo de la cultura popular y tradicional, fueron asumidas por la religión.
  • En casi todo el Principado es tradición que el padrino o el abuelo regale la mona al ahijado o a los nietos.
  • La tradición dice que la mona debe tener tantos huevos como años tiene el niño que la recibe, y el máximo son doce.
  • Por lo tanto, antiguamente los ahijados recibían la mona hasta los doce años porque solo se regalaba hasta que los niños se habían confirmado (un ritual que antes se hacía en aquella edad).
  • Otra variante muy frecuente de la mona es el pastel, un dulce hecho con capas de bizcocho que puede llevar crema quemada, chocolate, nata o mantequilla.
  • La decoración se remata con huevos de chocolate, polluelos de fieltro y plumas de oca teñidas de colores muy vivos.
  • La evolución de los huevos de chocolate deriva en todo tipo de estructuras que reproducen casitas, pelotas de fútbol y las caras de los personajes de dibujos animados más populares.
  • Es en este apartado en el que los pasteleros más creativos dejan volar la imaginación para hacer piezas de chocolate que casi parecen obras de arte.
  • Actualmente, la mona está sujeta a las modas comerciales y siempre triunfan los temas y personajes más populares del imaginario infantil del momento.
  • Este año, los temas más solicitados son Peppa Pig, la Patrulla Canina y Frozen.
  • El origen y el significado de la mona no están nada claros. Hay quien cree que es un término árabe que significa ‘regalo’; otros afirman que es una fiesta que procede de la antigua Grecia; también se han encontrado posibles raíces romanas y celtas…
  • La mona se come en casi todos los territorios de habla catalana: en la Comunidad Valenciana y en Murcia ha mantenido la forma original de un brioche con el huevo duro encima y se denomina tonya.
  • La mona tradicional no tiene que ser dulce: también se puede comer acompañada de productos salados, como longaniza u otros embutidos.
  • En algunos lugares, el ahijado tiene que cantar una pequeña canción si quiere que el padrino le dé la mona. Un ejemplo sería: “Pasqua és avui, / la mona la vull. / Doneu-me la mà / que us la vull besar”.