El Plan de Usos busca equilibrar los usos urbanos con la regulación de las actividades de pública concurrencia y otros, teniendo en cuenta las repercusiones que tienen en el tejido residencial. Se trata de un documento, pues, que persigue el mantenimiento de la habitabilidad de Ciutat Vella y la calidad de vida de los vecinos y vecinas.

El Plan de Usos de Ciutat Vella 2018 es el sexto que tiene el distrito y, desde el último planeamiento, ha habido una transformación de las actividades en el barrio. El nuevo documento se ha elaborado con la voluntad de abordar la situación de saturación que sufre el distrito y dar respuesta a las necesidades actuales del vecindario, para que éste no se sienta desplazado debido al monocultivo de usos turísticos y la contaminación acústica a la que están sometidos gran parte de los habitantes del distrito debido a la concentración de oferta de ocio nocturno.

El nuevo plan regula por primera vez los establecimientos destinados a actividades turísticas y los de vehículos de movilidad personal, restringiendo la apertura de los primeros y condicionando la de los segundos. También divide entre actividades diurnas y otros con impacto nocturno e impone restricciones a las que generan molestias y pueden afectar a la salud.

También busca la diversificación de la oferta económica mediante el fomento de establecimientos culturales, espectáculos sin impacto acústico y comercio de proximidad y prohíbe la apertura de nuevos establecimientos vinculados al ocio nocturno, los relacionados con el juego y atracciones, y los audiovisuales.