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Alícia Gorina, en el centro, con los intérpretes del montaje

'Watching Peeping Tom', ficción y realidad entrelazadas

Alícia Gorina es la autora y directora de este montaje interpretado por su padre, Àlex, y por la actriz Alba Pujol.

Se podría definir Watching Peeping Tom como un espectáculo de teatro en torno al cine. También como una lección magistral sobre el film Peeping Tom impartida por el conocido crítico cinematográfico Àlex Gorina. O bien como una conferencia teatralizada o un montaje teatral en formato conferencia. O mejor decirlo con las palabras que lo hacían en La Seca - Espai Brossa cuando el espectáculo hizo temporada allí hace dos años: "Watching Peeping Tom quiere ser una búsqueda de sinceridad sobre la mirada artística, una confesión sobre la implicación los creadores en su obra, que a menudo no pueden diferenciar la realidad de la ficción, la vida del arte, la verdad del teatro". Ahora, este montaje escrito y dirigido por Alícia Gorina e interpretado por su padre y por la actriz Alba Pujol vuelve a los escenarios barceloneses, en concreto al Lliure de Gràcia, donde, eso sí, sólo se estará tres días, del 2 al 4 de marzo.

No es necesario haber visto la película para poder seguir Watching Peeping Tom. Pero por si alguien quiere aprovechar la ocasión, el Teatre Lliure pasará el film cada tarde de función a las 18 h. La dirigió Michael Powell y se estrenó en 1960. Trata sobre un realizador profundamente perturbado obsesionado en captar el terror con su cámara. Martin Scorsese llegó a afirmar que se puede "descubrir todo sobre las personas que hacen cine" viendo esta película. Y así como el trabajo de Powell habla del cine desde el mismo cine, Alícia Gorina habla del cine desde el teatro, pero también de otras cuestiones que, con el añadido de que la obra está interpretada por su padre, hacen que no sea claro dónde acaba la realidad y empieza la ficción. Si es que empieza en algún momento.

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Fecha de publicación: Miércoles, 28 Febrero 2018
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