Vuelve la obra 'Acorar' a La Seca

Cuando se estrenó ni el propio director, Rafael Duran, auguraba una vida demasiado larga al espectáculo. Esto fue en 2011 en Mallorca y desde entonces el monólogo Acorar ha ganado una decena de premios y acumula más de 30.000 espectadores. El texto se ha traducido al italiano, el portugués o el castellano y, incluso, se ha rodado un documental titulado Acorats. Crónica de un fenómeno que explica con pelos y señales la historia de la pieza. Ahora, la obra vuelve a La Seca - Espai Brossa, el escenario que lo popularizó en la ciudad de Barcelona, ​​allí podremos (re)descubrirlo hasta el 2 de julio.

La pieza trata desde una óptica muy personal e irónica la evolución de la identidad colectiva de los pueblos. El ejemplo que mueve la trama es la descripción de un tradicional día de matanzas en Mallorca, donde se reúnen tradiciones y rituales ancestrales muy significativos para la comunidad como, por ejemplo, la elaboración de la sobrasada. El punto de partida casero e íntimo se transforma en universal a través de la oposición entre tradición y modernidad, entre lo viejo y lo nuevo y todo aquello que los une.

Toni Gomila, el protagonista, aporta un punto íntimo y personal a la narración, lo que hace que el espectador acabe sumergido en la intimidad de una comunidad en principio ajena pero que poco a poco termina transformándose en un referente cercano. La descripción se detiene en los detalles típicamente locales pero que no cuesta identificar como universales. Una pieza, en definitiva, que desde el detalle nos acerca al bagaje común que tenemos los humanos como parte de una comunidad.