Únicas y singulares
El Museu de la Moto de Barcelona acoge una exposición temporal en la que muestra veinte prototipos insólitos cada uno a su manera
Las veinte motos que se pueden ver desde el mes de septiembre pasado y hasta septiembre de 2014 en el Museu de la Moto de Barcelona son especiales y únicas. Cedidas por colecciones particulares, por el propio constructor, la empresa que la posee o por el mismo museo, se trata de piezas extraordinarias, construidas con finalidades inusuales.
Los motivos de la condición extraordinaria de las motos de Únicas y singulares son variopintos, y es por eso que la exposición está dividida en cuatro ámbitos.
En el primero hay motos que fueron hechas con intenció de espectacularidad y deseo de innovación en el diseño (como la Harley Davidson modificada del 1956 con la que Ferry Clot ganó un título mundial en Dakota del Sur en el 2009).
El segundo aglutina las llamadas ‘inigualables’, con modelos como la Mymsa Experimental del 1955 o la Bultaco Cazarecords del 1960.
En el tercer ámbito encontramos vehículos hechos para la práctica de especialidades deportivas muy minoritarias (Speedway, Ice Racing, Side Trial, Motoball…), tanto que sólo se practican (si todavía lo hacen) en contados países del mundo.
Y finalmente están las motos propiamente urbanas, con modelos como la Montesa Fura o la Bultaco Gaviota (prototipo único que FX Bultó, fundador de Bultaco, construyó para que su hija Inés pudiera conducir cómodamente por Barcelona).
Los bajos del antiguo convento de Sant Felip Neri, en su momento oratorio de Antoni Gaudí, albergan esta exposición en la que se combinan ingenio técnico e inteligencia creativa.
Libertad e imaginación sobre dos ruedas.