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Capilla de Sant Miquel

Los secretos de la pintura al fresco, en Pedralbes

Un taller en el Monasterio nos explicará cómo trabajaban los maestros pintores del siglo XIV, y nos enseñarán las técnicas innovadoras del arte del 'trecento'

El Monasterio de Pedralbes conserva una joya importante de la pintura catalana del siglo XIV, una pieza innovadora en su época que, en los últimos años, después de mucho estudio, se ha considerado finalmente como un prodigio técnico de su época. Se trata del conjunto pictórico de la capilla de San Miguel, que la abadesa Francesca ça Portella encargó al maestro pintor Ferrer Bassa en 1346, y que resulta completamente singular para su época, ya que Bassa trajo a Barcelona una técnica que, hasta ese momento, sólo se conocía en Italia –y que está en la base del surgimiento, varias décadas después, del Quattrocento y el Renacimiento–. Lo que hizo Bassa fue mezclar las técnicas de la pintura al fresco con la de la pintura al seco. Son dos maneras de pintar sobre superficies de piedra, ya que al seco implica más tiempo, más paciencia, y al fresco mucha más velocidad.

Ahora, una actividad en el Monasterio de Pedralbes nos permitirá ver con otros ojos este conjunto pictórico religioso, y también saber cómo se pintó, con los comentarios de un conservador y restaurador del Monasterio, que nos impartirá un taller de pintura al fresco, tal como se hacía en el Trecento (siglo XIV). Para participar en esta actividad es necesario inscribirse previamente, porque hay plazas limitadas.

Encontrarás más información en la web del Monasterio de Pedralbes.

Fecha de publicación: Lunes, 14 Agosto 2017
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