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Mercado del Born

Una ruta por las tabernas del siglo XVIII

Una muestra en el Born Centro de Cultura y Memoria nos transportará al mundo de la restauración en la Barcelona antigua, donde los hostales olían de aguardiente

Algo que siempre hay en las ciudades es restauración. Hay ciudades que no tienen mar, otras no tienen río, incluso es posible que las haya que no tengan parques, o museos, o un buen teatro de ópera, pero lugares donde alojarse, dónde comer bien y un bar para tomar la última o la primera copa, con eso siempre se puede contar. La Barcelona post-medieval, la del siglo XVIII, era un centro importante de paso de viajeros –un ejemplo lo tenemos en las memorias del caballero italiano Giacomo Casanova, que pasó por el barrio del Born a mediados de la centuria y lo dejó por escrito–, y para estos viajeros siempre había espacios de ocio. Aquella Barcelona era también un centro creciente de actividad económica gracias a las mejoras en las comunicaciones y los transportes, y con el incremento de la población comenzó una etapa de innovación en cuestiones de hostelería. Para conocer más, ahora puedes hacer una ruta nocturna por el Born que te mostrará cuáles eran los espacios clave de aquella vida social de ayer.

Una de las principales innovaciones de la época fue el aguardiente, un nuevo licor que causó furor y que era el más reclamado en las tabernas –el equivalente de lo que hoy serían las cervezas artesanas–. Muchos de aquellos lugares aún se mantienen en pie, o permanece su recuerdo, y con la compañía de un guía conoceremos historias, anécdotas y acabaremos la ruta con una tapa y una consumición por cortesía de Moritz. El recorrido se hace cada jueves hasta el 31 de agosto, cuando empieza a caer el sol.

Encontrarás más información en la web del Born Centro de Cultura y Memoria. Es necesario reservar.

Fecha de publicación: Miércoles, 02 Agosto 2017
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