Reabierto el monumento a Colón
El Mirador ja se puede volver a visitar y ofrece unas magníficas vistas de Barcelona a 60 metros de altura
Inaugurado en el año 1888 dentro de las ceremonias de la Exposición Universal, el grupo escultórico dedicado al descubridor de América Cristóbal Colón, que al volver de su viaje escogió el puerto de Barcelona para desembarcar, es todo un emblema de la ciudad.
Desde los leones de hierro fundido de la base hasta la escultura de bronce del descubridor, que se erige sobre una corona y una semiesfera, pasando por los varios relieves que decoran su conjunto, uno de los atractivos principales del monumento es, sin embargo, su mirador. Situado en la cima de los 60 metros de la columna de estilo corintio que acoge Colón, el visitante puede gozar de unas magníficas vistas panorámicas cerca del dedo que señala el mar.
De la montaña de Montjuic a la moderna zona del Fórum (con su placa fotovoltaica), desde el Mirador de Colón el visitante puede gozar en 360 grados de edificios tan característicos de Barcelona como la Torre de Collserola y el Tibidabo, los campanarios de la Catedral, Santa María del Mar, la Sagrada Familia o las torres gemelas que indican la entrada al Port Olímpic, así como el Port Vell y el puerto industrial.
Sea en primer plano, sea a mayor distancia, la altura del monumento a Cristóbal Colón permite tener una visión de conjunto de la ciudad, distinguiendo los barrios, e identificando claramente elementos tan importantes para su funcionamiento como el Parque Natural de Collserola.