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L'ou com balla

Corpus lleva esta tradición a muchos patios de la ciudad

La festividad del Corpus llena de tradición la ciudad desde el 30 de mayo hasta el 2 de junio y, aparte de enramadas y alfombras de flores, llega 'l'ou com balla' (el huevo como baila). La tradición manda que éste se vacíe por un agujero que después se tapa con cera, se coloca en lo alto del chorro de agua del manantial vertical de una fuente y voilà, serpentea sin caerse. El más famoso, y el primero según la mayoría de documentos, es el de la fuente del claustro de la Catedral, que se remonta al siglo XVI.

A la fiesta de 'ver bailar el huevo', también se añadió el patio vecino de la Casa de l'Ardiaca, sede del Archivo Histórico de la Ciudad y, a partir de los años ochenta, en otros edificios. Es el caso de la Parroquia de la Purísima Concepción o el Colegio Escolapis de Llúria en l'Eixample, el Museo Monestir de Pedralbes o a la Parroquia de Sant Jeroni de Montbau.

Como la tradición se concentra sobre todo en Ciutat Vella se puede trazar una ruta para visitar diversos patios sin alejarnos demasiado de la Catedral, como por ejemplo: la Parroquia Mayor de Santa Anna, el Palau del Lloctinent, el Patio del Museo Frederic Marès y la Real Academia de las Buenas Letras. En todos estos recintos, además, encontraremos las fuentes adornadas con flores y frutas del tiempo.

Pero la fiesta del Corpus incluye otras tradiciones como la exposición del Séquito Festivo o la Procesión Festiva. La procesión, celebrada en Barcelona desde 1320, ha tenido una significación muy importante para la ciudad y para los ciudadanos y las ciudadanas porque constituyó durante siglos la verdadera fiesta mayor de la ciudad. En la vertiente festiva, ha sido el origen de muchos bailes y elementos de imaginería festiva: los gigantes, los renacuajos, el bestiario y otras danzas y entremeses que hoy día forman parte de la cultura tradicional más arraigada.

Fecha de publicación: Martes, 28 mayo 2013
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