Los miradores de Barcelona, una ruta por la ciudad

En cuestión de miradores, Barcelona es una ciudad privilegiada. Desde sus espacios más emblemáticos (tanto del centro como de otros sitios más periféricos) hasta otros rincones más desconocidos, Barcelona ofrece múltiples oportunidades para disfrutar de sus vistas con posibles rutas hechas a la medida de todas las ciudadanas y ciudadanos.

Hay, por un lado, espacios que ya forman parte de la idiosincrasia barcelonesa. Desde los varios puntos del Park Güell a las vistas de 360º que ofrecen las torres de la Sagrada Familia, pasando por el monumento de Colón, el Tibidabo y la torre de Collserola, la azotea de La Pedrera o las privilegiadas y espectaculares vistas desde el Castillo y la montaña de Montjuïc. Todos, espacios abiertos al público la mayoría de días del año.

En el centro de la ciudad, el CCCB ha abierto recientemente su mirador, un espacio que se puede visitar el primer domingo de cada mes y que forma parte de las veinte acciones que el centro cultural ha preparado para conmemorar sus veinte años de existencia. Desde el mirador se pueden contemplar, entre otros, los tejados de Ciutat Vella, el mar o una parte importante de la montaña de Montjuïc. En el propio Montjuïc también hay muchos miradores con vistas únicas de la ciudad. Por ejemplo, las que ofrece el Jardín Botánico, el llamado Mirador del Migdia o el de Joan Brossa. Unos de los más recientes son los que inauguró a finales del año pasado el Museu Nacional d’Art de Catalunya, dos terrazas que aportan una visión panorámica y hasta ahora inédita de Barcelona 360º para observar los principales monumentos y edificios de la ciudad, desde la Sagrada Familia a la Torre Agbar.

El búnker antiaéreo del Carmel, patrimonio histórico de la ciudad situado en el Turó de la Rovira, es otro de los espacios desde donde se puede apreciar el skyline de Barcelona. Otros lugares del propio barrio o sitios del Parc de la Creueta del Coll y su entorno ofrecen postales admirables del conjunto de la ciudad. Los Jardins del Turó del Putxet o el mirador de Horta son otras zonas a tener en cuenta, además del mirador de Torre Baró (en el distrito de Nou Barris, al final de la carretera de les Roquetes), un lugar que se restauró a finales de los años 80 y que tiene una visión panorámica de Horta, Sant Andreu, Sant Martí, el propio distrito de Nou Barris e, incluso, algunas de la ciudades vecinas de Barcelona.