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Las esculturas de las playas de Barcelona

Un recorrido por las playas de Sant Sebastià, la Barceloneta, Nova Icària y su entorno nos permite disfrutar de esculturas como “La estrella herida” de Rebecca Horn o el “Pez de Frank Gehry

Espacios públicos de playas de Barcelona como la de Sant Sebastià, la Barceloneta, la Nova Icària y su entorno más próximo están llenos de esculturas de varias tendencias y movimientos del arte contemporáneo. En la Plaza del Mar, delante de la playa de Sant Sebastià, destacan dos: Homenaje a la natación, de Alfredo Lanz, y Una habitación donde siempre llueve, de Juan Muñoz. La primera es una escultura de acero ubicada cerca del Club Natació Atlètic-Barceloneta. Se trata de una escultura de 2004 que, a través de siluetas y formas abstractas, simboliza la natación a partir de sus varias modalidades: el waterpolo, las carreras de velocidad, la sincronizada y los saltos. Una habitación donde siempre llueve, por su parte, se instaló en motivo de los Juegos Olímpicos del año 1992. La obra, una de las más enigmáticas de su autor, está compuesta por una jaula con cinco figuras humanas de bronce, con los ojos vendados, en su interior. Un conjunto de árboles dan sombra a la escultura.

En la playa de la Barceloneta hay uno de los monumentos más iconográficos de la ciudad y uno de los grandes símbolos del barrio: La estrella herida, de la artista alemana Rebecca Horn. También conocida simplemente como Los Cubos, la escultura hace un homenaje al pasado del barrio de la Barceloneta y a todos sus habitantes. También se construyó en motivo de los Juegos Olímpicos como un elemento más de apertura de la ciudad al mar.

El Paseo de Joan de Borbó también esconde una escultura pintoresca: la Evocación Marinera del recientemente desaparecido Josep Maria Subirachs. La obra se instaló en el año 1960 y fue una de las primeras esculturas abstractas que se colocaron en un espacio público de la ciudad. Está hecha de bronce y simboliza la inspiración que el mar le transmitía a su autor. Un poco más allá, en el Puerto Olímpico, hay el famoso Pez del conocido arquitecto Frank Gehry. La escultura aconteció uno de los símbolos más potentes de la Barcelona postolímpica. Tiene 56 metros de largo y 35 de altura, y está formada por finas líneas de acero inoxidable sustentadas por una gran estructura de metal. La figura impresiona, además de sus dimensiones, por su color dorado y el juego de luces que provoca en el entorno.

Más arriba, tres esculturas más destacan cerca de la zona de la Nova Icària. Marc, de Robert Llimós, está situada en la Plaça dels Voluntaris de la Vila Olímpica. Una emotiva figura de colores que el artista realizó en el año 1997 en homenaje a su hijo muerto. Justo al lado, en el Parc de les Cascades, hay la escultura El poder de la palabra, de Auke de Vries. Una obra abstracta de grandes dimensiones que se eleva al cielo y que fue obsequio de Holanda a la ciudad en motivo de los Juegos. En el mismo parque hay otra escultura de estil vanguardista, el David y Goliat de Antoni Llena. La figura simboliza el renacimiento de aquella zona de Barcelona en motivo de los eventos del año 1992. Se trata de una figura de acero con una cara gigante sostenida por tres patas.

Fecha de publicación: Martes, 05 Agosto 2014
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