Àlex Rigola se estrena con Chéjov en el Teatre Lliure

El personaje de Ivanov es uno de los más complejos en la producción teatral del genio ruso, Anton Chéjov: es el arquetipo, ahora más de actualidad que nunca, del hombre atrapado entre dos mundos, uno que muere –y que es el suyo– y otro que nace, y que no comprende. Es un personaje al que se le desmontan todas las certezas, todas las verdades que ordenaban su existencia, y a consecuencia de ello vive instalado en el pesimismo y la negación. El siglo XIX fue un siglo acelerado, como lo es el nuestro, con cambios profundos. Esto afectó la psicología de muchos Ivanovs que decidieron arrastrarse, vivir solos, mostrándose reaccionarios y antipáticos. Esta obra, todavía tan vigente, es la que ahora podremos ver representada en el Teatre Lliure.

Será también la primera vez que Àlex Rigola atreva con Chéjov, un autor que tenía pendiente en su currículum. Por tanto, el reto será doble: no sólo conseguir que esta obra maestra –la primera de verdadera importancia en la trayectoria de Chéjov como dramaturgo– manifieste todo su poder histórico, sino también establecer las conexiones adecuadas con el presente para que también libere todo su significado conceptual y simbólico.

El reparto está formado por Joan Carreras (Ivanov), Nao Albet (Lvov) Andreu Benito (Lebedev), Pep Cruz (Txavelski), Sara Espígul (Anna Petrovna), Vicky Luengo (Sacha), Sandra Monclús (Savichna), Ágata Roca (Babakina) y Pau Roca (Borkine). Encontrarás más información en la ficha del Teatro Libre, donde también podrás reservar tu entrada.