El Museu Marítim propone varios itinerarios por tierra y mar

El mes de julio es excelente para acercarse al mar, pero no sólo para bañarse o tomar el sol en la playa, sino también para embarcarse en un pailebote centenario y observar la ciudad desde la lejanía, o para hacer un itinerario a pie descubriendo las construcciones relacionadas con el mundo costero. Anotad las propuestas en este sentido del Museu Marítim de Barcelona (MMB).

El pailebote Santa Eulalia se hace a la mar cada sábado por la mañana, un viaje de tres horas limitado a un máximo de 30 personas que permite conocer la fachada marítima de la ciudad, desde los cambios del Port Vell hasta la construcción del barrio de la Barceloneta o el Fòrum. Si preferís tener los pies en el suelo, el 10 de julio el MMB organiza el itinerario Atarazanas, gremios y mercaderes, destinado a un público adulto y de una duración de dos horas. La ruta arranca a las Reales Atarazanas y explica el esplendor marítimo medieval de la ciudad, con edificaciones como la muralla, la Lonja, los palacios, Santa María del Mar... y también se habla de las calles gremiales o del orden de los mercedarios. Diez días más tarde, el 20 de julio, se llevará a cabo el itinerario titulado Barcelona puerto pesquero, para vivir de cerca el mundo de la pesca en el corazón de la Barceloneta. Una ruta por tierra firme pero en la que los participantes conocerán qué especies se pescan en nuestras costas y cómo se capturan, y también qué debemos saber como consumidores responsables para garantizar la calidad y la protección de las especies. Se visitará el muelle de pescadores, se asistirá a la llegada y a la descarga del pescado y a su subasta.

Para más información e inscripciones, consultad la web del MMB.