'L'habitació del costat', sensibilidad vibrante en época victoriana

Nos situamos en la segunda mitad del siglo XIX, la llamada época victoriana, y no muy lejos de Nueva York. La electricidad, y con ella nuevos aparatos, va llegando a los hogares. Un médico entusiasmado con el progreso experimenta con un insólito instrumento eléctrico inventado por curar disfunciones y neurosis de naturaleza sexual. No es otra cosa que un vibrador. Su mujer, ocupada en la lactancia de su bebé, siente cada vez más curiosidad por saber qué trama el doctor en la habitación de al lado. Ivan Benet y Carlota Olcina encarnan estos dos papeles en la obra que estos días, y hasta el 3 de febrero, encontraréis en La Villarroel. Lleva por título L'habitació del costat (The Vibrator Play) y está dirigida por Julio Manrique. Se trata de un texto de la dramaturga norteamericana Sarah Rulh traducido al catalán por Joan Sallent. El reparto lo completan Mireia Aixalà, Alba Florejachs, Adeline Flaun, Pol López y Xavi Ricart.

Por la sinopsis alguien podría pensar que estamos ante una comedia de poca monta y de argumento tirando a absurdo. Nada más lejos de la realidad. Manrique explica que cuando leyó el texto por primera vez tuvo la sensación "de haber tropezado con algo nuevo. Y precioso. Una mirada maravillosamente extraña y única. Una mirada, a la vez, irónica y delicada. Llena de luz. Abierta al misterio, al placer, al humor y a la magia". Al director se le hace difícil etiquetar L'habitació del costat, y habla de un "extraño cuento de hadas victoriano, una especie de vodevil poético, tan cómico y tan triste al mismo tiempo como probablemente lo sea, al fin y al cabo, la propia vida". Aunque la acción transcurre hace un siglo y medio, Ruhl hace reflexionar al espectador de hoy sobre la revolución que suponen los nuevos inventos para la vida individual y colectiva. La dramaturga habla en sus piezas de temáticas universales, pero siempre con una mirada única y sensible.

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