La Fundació Suñol relee la revista 'Ajoblanco'
Pasadas cuatro décadas de su momento más álgido, una exposición recuerda la implicación social y el impacto de la publicación en plena Transición.
Salió a la calle por primera vez en 1974 impulsada por un estudiante de Derecho de Barcelona de nombre José Ribas. Fue hacia el 1977, sin embargo, un año social y políticamente muy intenso, cuando la revista, un reflejo de la contracultura de entonces, alcanzaba su máxima expansión y alrededor de un millón de lectores en todo el Estado. Ajoblanco entroncó con muchos movimientos de la época -ecologism, colectivismo, movimiento gay...- que poca o ninguna presencia tenían en otros medios, y contó con plumas que, ya entonces o con el paso de los años, son o han sido destacadísimos escritores o periodistas, como Lluís Racionero, Quim Monzó, Ramon Barnils o Federico Jiménez Losantos. La publicación vivió una primera etapa hasta el año 1980, y una segunda entre 1987 y 1999.
El 30 de marzo la Fundació Suñol inaugura una exposición, Ajoblanco Libertario 1977, que quiere revisar la implicación de la revista en los movimientos sociales de aquellos años tan convulsos y al mismo tiempo tan importantes históricamente. Como su título indica, la muestra se centra especialmente en el año 1977, es decir, justo hace cuarenta años, y se ha contado con la implicación de sus creadores. Según se apunta desde la organización, "1977 fue clave para el proceso de transformación cultural y política de España. Barcelona tuvo un protagonismo radical y libertario que no siempre se ha visibilizado", y este es uno de los objetivos de la exposición: no sólo dar a conocer qué supuso una revista como Ajoblanco, sino también recordar hechos ocurridos en Barcelona en aquel año de plena Transición.
Ajoblanco Libertario 1977 se podrá visitar hasta el 6 de mayo.