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Estamos rodeados de alimentos tuneados

Light, natural, sano, 0%, enriquecido, casero, artesano, tradicional ... qué hay detrás de estos reclamos publicitarios? La campaña Mentira Podrida denuncia los engaños que habitualmente encontramos en la publicidad alimentaria.

Un producto light engorda menos, un alimento natural tiene menos aditivos, uno casero es artesano, uno con lactobacillus mejora nuestras defensas, unos pollos de corral son producidos por un pequeño agricultor, y así hasta el infinito. ¿Pero realmente es así? La mayoría de las veces no. Estos reclamos publicitarios han sido utilizados por muchas de las marcas que nos encontramos cada día en el supermercado para vendernos sus productos.

Analizando algunos de los reclamos publicitarios más habituales, encontramos que la palabra NATURAL aparece en las presentaciones de 23% de los productos nuevos, es decir, en uno de cada 4 y este término no está regulado. Un alimento natural es aquel que lleva en su etiqueta la palabra natural y esta es la única respuesta que se puede dar con la legislación actual en la mano.

Si ponemos la lupa sobre los ENRIQUECIDOS, descubriremos que es muy común anunciar un producto como enriquecido con un ingrediente, cuando en realidad la cantidad de éste es irrisoria. Por ejemplo, una sola sardina contiene 20 veces más omega 3 que un vaso de leche enriquecida con este ácido.

Otro reclamo son los alimentos FUNCIONALES, aquellos que son buenos para nuestra salud. Estos productos suelen contener una cantidad pequeña de un ingrediente que científicamente se ha comprobado que es beneficioso para la salud. Pero por ejemplo, un plátano aporta el triple de vitamina B6 que la bebida láctea que ayuda a tus defensas.

Y así podríamos seguir con el reclamo ARTESANO, CASERO, SA, LIGHT, 0% ... La publicidad alimentaria a menudo nos engaña en detrimento de nuestra salud y el medio ambiente. Las consecuencias de este engaño no sólo vulneran nuestros derechos como consumidores, sino que también dificultan el desarrollo de la agricultura sostenible, con las consecuencias sociales y ambientales que su desaparición conlleva. Por todo ello, se hace necesario más que nunca una regulación pública que nos proteja de la publicidad engañosa, y la campaña Mentida podrida lo denuncia.

Más información: La Fàbrica del sol

 

 

Fecha de publicación: Jueves, 02 Abril 2015
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