El Gran casino de la Rabassada: Historia de un sueño burgés
Del 10 de febrer a finals de març a Can Coll es podrà veure l' exposició temporal que explica el com i el perquè de la transformació d’un racó de Collserola per a la construcció d’un complex hoteler i lúdic
Collserola hace más de un siglo que es testigo de uno de los espacios arquitectónicos más emblemáticos y lujosos de Europa. Esta exposición nos muestra los detalles y las curiosidades de aquel efímero proyecto, que tuvo resonancia internacional y que reunió a las élites aristocráticas barcelonesas, españolas y europeas en un espacio de diversión y lujo.
El Casino de la Rabassada fue un hotel y casino situado en la carretera de la Rabassada en el término de San Cugat del Vallés. Cuando se inauguró se convirtió en uno de los espacios más emblemáticos de la Barcelona de principios del siglo XX. Hoy es un lugar lleno de ruinas derramadas y misterioso.
El el Gran Hotel de la RAbassada, decorado por el taller del pintor francés Edmon Lechavallier Chevignard, formaba parte del complejo lúdico y se amplió en 1911 con la construcción de un casino, proyectado por el arquitecto Andreu Audet i Puig y una zona de atracciones al estilo de las que en la época estaban de moda en Europa como Londres o París.
Fue una obra faraónica que contó con un presupuesto de 2,5 millones de pesetas, insólito en la época. Más de 300 invitados asistieron a su inauguración el 15 de julio de 1911, diez años después de que se hubiera inaugurado el Tibidabo.
Este majestuoso casino fue el símbolo del lujo de una ciudad en plena expansión económica. No le faltaba de nada: restaurando con amplios comedores, chefs venidos de París, orquesta, el hotel con habitaciones de lujo, salones recreativos, oratorio público y grandiosos jardines con vegetación exótica procedente de diversos lugares del planeta.
Hasta a finales de marzo el Parque de Collserola nos descubre este espacio escondido y olvidado en corazón de la montaña.