'Demon', una joya olvidada del romanticismo ruso

En el Liceu hay una larga tradición de representar ópera rusa, y los grandes maestros eslavos del género, tales como Tchaikovsky, Rimsky-Korsakov o Mussorgsky, siempre han estado bien ubicados en las programaciones de año tras año. Es un tipo de ópera muy melódica, que trata sobre temas humanos profundos, y su belleza y solvencia siempre la ha hecho atractiva para el público. Aun así, siempre hay lagunas, óperas olvidadas o representadas con menos frecuencia de la que merecerían, y en esta categoría encontramos Demon (El Demonio), un título de 1875 escrito por Antón Rubinstein, el legendario pianista del romanticismo y autor de quince óperas, además de maestro de Tchaikovsky e inspirador de Mussorgsky, que nunca se había representado en el Liceu. Sí se representó una ópera suya, ya hace más de un siglo, pero Demon, que está considerada la mejor, nunca se había cantado en Barcelona. Ahora es el momento: el estreno será el 23 de abril y estará en cartel hasta el 11 de mayo, con un total de siete representaciones.

Además, la coproducción que lidera el Liceo y completan las óperas Helikon de Moscú, la de Núremberg y la de Burdeos, es un estreno mundial ideada por Dmtry Berman, con escenografía de Hartmut Schörghofer, y con un concepto visual innovador, con efectos de luz y vídeo y un escenario cilíndrico que cambia de color y que representa metafóricamente todos los estadios de la historia, la del amor imposible entre el Demonio, enamorado de la princesa Tamara, y la resistencia de ésta a cometer actos sacrílegos. Es una ópera puramente romántica, turbulenta, de una belleza musical notable.

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