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Colección de carrozas fúnebres en el Cementerio de Montjuïc

La exposición muestra la evolución de los sepelios en carruajes en el siglo XIX y la evolución histórica de la ciudad a través de esta temática

Este tipo de propuestas es lo que da sentido a la intrahistoria de una ciudad. En el cementerio de Montjuïc, el visitante puede ver una exhibición permanente única: las carrozas fúnebres que durante 90 años sirvieron para transportar los cadáveres en el cementerio. Trece carrozas, seis carruajes que acompañaban las familias, y tres coches a motor.

La razón de ser de las carrozas fúnebres sirve para explicar la la evolución de la ciudad a finales del siglo XVIII y principios del XIX. El auge comercial y el aumento de la población provocaron que los entierros ordinarios en las fosas parroquiales se convirtieran en un problema de salubridad general. Para solucionar el afer, decidieron trasladar el cementerio lejos de los centros, y el alcalde Josep Marià Benet de Cabanes impuso que el traslado de los cuerpos se hicieran en carruajes. El año 1836 llegaba el primer carruaje en el cementerio del Poblenou desde la parroquia de Sant Cugat del Rec.

A partir de entonces, la industria del coche funerario se adaptó a los tiempos, a la vez que mantenía un alto grado de estilización artística y un poder simbólico evidente, hasta quedar en desuso por las evoluciones técnicas. Ahora podemos gozar de esta peculiar colección, única en Europa, en una exposición permanente acompañada de un aparato iconográfico y videográfico del todo ilustrativo.

 

Fecha de publicación: Miércoles, 27 Febrero 2013
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