Catálogos virtuales y nuevas formas de exhibición

El mundo material ya no es lo que era. Como todos sabemos, la virtualidad se está erigiendo como realidad complementaria y accesible a todos. Ya sea desde casa o desde cualquier ordenador disponible, el mundo virtual nos da la oportunidad de inspeccionar, navegar y descubrir sin tener que movernos demasiado.

Este hecho, evidentemente, ha tenido consecuencias a todos los niveles. Una de ellas es que el mundo artístico está intentando adaptar las formas de exhibición a este nuevo panorama. Sirvan como ejemplo las exposiciones en línea, que nos permiten ver muestras sin tener en cuenta circunstancias externas como el horario o el transporte.

El Museu del Disseny de Barcelona, por ejemplo, ha creado la página Cada día, un Objeto: una galería virtual presenta cada día un objeto de la colección. Como el museo aún no ha abierto las puertas, esta es la única ventana abierta a las colecciones que podremos visitar hasta su próxima inauguración.

Por otra parte, el extensísimo catálogo virtual del Museu Nacional de Catalunya nos permite indagar en el fondo del museo: del medieval románico al arte moderno, pasando por fotografía, numismática y carteles. Y espacios expositivos como el Museu Marítim o el Museu d'Història de Catalunya también cuentan con numerosas muestras en línea.

Un caso más concreto sería el de la colección filatélica de Ramon Marull, un conjunto de sellos de correos y otros objetos postales que datan de 1850 a 1939 y aportan información sobre el período histórico en cuestión. Por otra parte, la historia de la maleta mexicana de Robert Capa también se ha convertido en una página web en la que la directora Trisha Ziff explica cómo descubrió la maleta y muestra algunas de las imágenes que contenía.

En todo caso, una serie de ejemplos que ilustran un cambio de paradigma en las formas de exhibición y contemplación del arte; un conjunto de plataformas que se adaptan a los nuevos tiempos y aprovechan la ocasión para llegar a más gente.